PRODUCTO
He querido que este paraguas sea mucho más que un accesorio: es una pequeña obra de arte para llevar contigo en los días grises. Sobre un fondo verde oscuro, profundo y elegante, he pintado a mano grandes flores en tonos dorados, luminosas y vivas, que evocan la calidez del sol en pleno invierno. Entre sus pétalos descansan delicadas mariquitas, símbolo de buena suerte y alegría, que aportan un aire juguetón y natural a la composición.
Me inspiré en la fuerza de la naturaleza y en su capacidad para recordarnos que, incluso en los días más lluviosos, siempre existe un destello de luz, color y vida que nos acompaña. Pintar estas flores doradas fue para mí una manera de traer un poco de sol al paraguas, y las mariquitas, con su encanto inconfundible, son el detalle que lo convierte en una pieza única y llena de personalidad.
Este paraguas automático de fibra de vidrio anti viento, de 126 cm, combina resistencia y elegancia, siendo ideal para quien busca calidad y exclusividad. Lo imagino en manos de una persona que no se conforma con lo común, que aprecia los pequeños detalles artesanales y que quiere transformar un día de lluvia en una ocasión para brillar con estilo.